jueves, 22 de noviembre de 2012

Llegará un día.

Llegará un día en que por las ventanas sólo entre aire fresco.
En el que nuestras sonrisas aplasten a nuestros fantasmas. 
Llegará un día en el que el amor inunde nuestros corazones. En el que la luz encenderá las sombras. 

Llegará un día en el que escucharemos nuestra respiración… tranquila. 
En el que los miedos quedarán dilapidados bajo las piedras.
Llegará un día en que cuando miremos a Guzmán solo veamos a un niño sano y feliz.

Llegará un día en el que la vida será lo único presente en el cuerpo de nuestro hijo.
En el que nos descubriremos disfrutando del aquí y del ahora sin tener el resquicio en la cabeza de que lo hacemos por temer al mañana. 

Llegará un día en el que hablaremos en pasado “mi hijo tuvo leucemia”, y en el que ganaremos en presente “lo hemos superado”.
Llegará un día en el que dejaremos de visitar el hospital cada semana.
En el que no nos agobiaremos por no darle la quimio diaria. En el que la única medicina de todos los días serán los besos que nos demos los cuatro.

Llegará un día en que miremos a Martina, a Guzmán y a nosotros mismos y nos sintamos normales, y excepcionales por serlo de nuevo.
En el que hablaremos de que no hay metas imposibles.
En el que no tendremos que deconstruir los días malos en posts buenos.

Llegará un día en el que miraremos atrás y veremos a todo nuestro ejército apoyándonos, gritando y llorando de alegría por haber derrotado al enemigo que parecía no caer nunca.

Llegará un día en el que no tendremos nada malo a lo que mandar a la porra.
Llegará un día en el que miraremos a la leucemia de Guzmán y le diremos “te lo dije”.

Y ese día llegó... Exactamente ayer.

Se acabó el tratamiento. Se acabó la quimio. Llegamos. Y Eva y yo caímos al suelo de rodillas, nos hicimos un ovillo, exhalamos el último aire de esta (in)terminable carrera y nos empezamos a sentir rodeados, ahí, en el suelo, de vuestro abrazo continuo e incondicional.

Gracias. Gracias. Gracias. Cien mil veces Gracias.

(La semana que viene nos hacen el aspirado de médula para confirmar lo que ya sabemos: que está limpia)

martes, 6 de noviembre de 2012

POR ALGO

Hace 2 años exactamente comenzó la etapa más dura de mi vida. Aquel 9 de noviembre un análisis de sangre detonaba nuestra visita a urgencias, y después más análisis, UCI, aislamiento, espera de un diagnóstico. El 10 de noviembre apareció en el box una persona que con sólo su presencia “tan grande” en todos los sentidos nos hizo saber que algo serio estaba pasando. “Soy Luis Madero, vamos a hacer una prueba para descartar que sea leucemia”. Aquella noche me hice un master en Internet sobre la enfermedad, que me hizo empezar a asimilar lo que se nos venía encima. Al día siguiente llegó el diagnóstico, 11 de Noviembre del 2010.

“8 de cada 10 niños superan el tratamiento. Empezaremos mañana. Uno de los dos tiene que pedir excedencia en el trabajo para estar junto a él. Os vendrá bien informaros y conocer la enfermedad. Estos folios (cuaderno impreso de casi 20 páginas) es el protocolo médico de los próximos 2 años. Quimioterapia, y más cosas. Lo más duro será el comienzo, y es determinante para el pronóstico.” 

Un momento después de un abrazo de un minuto sobrecogedor con Eva, ella volvía con Guzmán al box, y yo fuera, en la calle, lloraba como un loco. Y en aquel momento hubo un pensamiento que apareció de forma nítida en mi cabeza: “Por algo”. En las conversaciones que tuve a través del móvil esa oscura noche, esas palabras aparecían en mi boca, casi de forma inconsciente, como cuando uno habla dejando fluir ideas, sin pensar.

Desde ese día el “por algo” me acompañó todos los días. Viendo la reacción marciana de mucha gente cuando lo mencionaba, cambié el “por algo” a un “para algo”. Yo no sentía que lo que nos había ocurrido era una consecuencia de algo pasado, pero sí que podía estar pasando por algo de futuro, por tratar de que todos los que acompañáramos a Guzmán en este proceso sacáramos algo positivo de esta historia.

También la palabra casualidad cambió y se transformó en causalidad; y así, causalmente, empecé un blog, este blog. Un blog creado para “Transformar”, para cambiar la esencia de lo que estaba sucediendo y deconstruir cada día, cada momento, en positivo.

Causalmente conocí a un tal Jose Antonio Ritoré que me entrevistó en febrero del 2011 y poco después me llevó a una cosa que me venía muy grande llamada Héroes Sociales 2.0 . Causalmente y para encontrarme a mi mismo comencé a escribir proyectos que me hacían sentir bien, sin objetivos por delante. Causalmente conocí a Elías, más tarde a Ainara, Cristian, Janire… y a todos los pelones con los que hicimos los Pelones Peleones. Causalmente comenzamos la cruzada del #donamedula y ahí seguimos.

Causalmente mi amiga María no flaqueó en ningún momento y siempre que yo estaba mal, allí estaba ella. Causalmente junté a un grupo de gente para pensar en proyectos sin recursos y ayudarles a través de lo que sabíamos hacer: comunicación. Causalmente hoy Erik, Sergio, Guillermo, César, Jose Antonio, María y yo nos seguimos juntando un viernes al mes.

Y causalmente líe a María, mi vieja amiga, a Jose Antonio, mi nuevo amigo, para crear una Fundación. Una entre cien mil. 




Desde hace casi un año, creando el logo la página web, dibujitos, tarjetitas… con mi querida y sufrida Jimena, para arriba y para abajo, haciendo y deshaciendo. Desde hace un año pensando en qué proyectos y cómo ponerlos en marcha. Luchando casi 6 meses con papeles para tener aprobados los fines a los que nos queremos dedicar. 

Y este mes pasado, el día 15 de Octubre finalmente, Uno Entre Cien Mil es oficialmente fundación. La Fundación Uno Entre Cien Mil. 


El día 12 de Noviembre la presentamos oficialmente y lanzaremos el “Proyecto Corre contra la Leucemia Infantil”, un proyecto donde por sólo un euro cualquiera podrá contribuir a luchar para que algún día no haya más niños como Guzmán, Unai, Hugo, Quique, Miguel, Alex... Ese mismo día, dentro de una semana, estará abierta (cruzo los dedos) la plataforma para pagar a través de la web. Todo lo que se recaude se dedicará a un proyecto anual de investigación, el objetivo, tratar al menos de ser 100.000 y conseguir lanzar uno de los mayores proyectos de investigación para este área tan concreta y a la que lamentablemente tan pocos recursos se destinan en este país.



Os doy las gracias a todos, todos, todos los que habéis ayudado en cualquiera de las maneras, hasta con un simple pensamiento positivo (que de simple no tiene nada). Espero que mi siguiente post en este blog sea el de el fin definitivo del tratamiento de Guzmán en dos o tres semanas. El blog del peque seguirá abierto, no voy a dejar de escribir por arrancar la Fundación, aunque, como ya habéis visto, inevitablemente mi ritmo de entradas ha bajado significativamente.

A todos, todos los que estáis ahí, os invito a seguirnos en la web www.unoentrecienmil.org, en Twitter: @unoentrecienmil y en Facebook: unoentrecienmil. En definitiva os invito a ser uno entre cien mil. Y a luchar junto a nosotros.

Hoy miro a mi alrededor y veo a Eva disfrutando de ser profesora de primaria, mientras prepara sus clases de mañana, a Martina riendo junto a las carcajadas de su pillo hermano Guzmán mientras tratan de adivinar que ingredientes tiene el puré de esta noche, a Guzmán a menos de 3 semanas de concluir su tratamiento (se dice rápido para lo lento que ha sido todo) y a mi pensando en la Fundación mientras escribo este blog con una sonrisa en la cara… Y no se si es “por o para algo”, pero lo que tengo claro es todo lo que se ha transformado todas y cada uno de los cajoncitos de nuestras vidas. Me gusta esto de la transformación.

GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS.