sábado, 19 de enero de 2013

En Reconstrucción

Con Guzmán me "Deconstruía"; con Martina todavía me estoy "Reconstruyendo"
¿Alguien ha visto un trozo de corazón por algún lado caído, que no lo encuentro?


miércoles, 9 de enero de 2013

Al habla Eva: Martina update


Sé que llevo días sin escribir. No encuentro la fuerza dentro, y se que me repondré y me levantaré y volveremos a ser una familia armoniosa y feliz. Pero me está costando mucho poder caminar de nuevo.

Mientras, el pedazo de mujer que tengo le manda cartas como esta a nuestros amigos. La quiero compartir con vosotros para que sepáis algo más del estado de Martina.

Besos y gracias por estar ahí.


Buenos días,

El día de Reyes lo pasamos en casa, y fue bueno para los niños. Nosotros, a las 13h, tuvimos que pasar el trago de limpiarle la herida del pecho. Menos mal que tomamos la buena decisión de llamar a una enfermera para que nos ayudase, no quiero dar explicaciones de por qué, el que quiera que imagine. La parte buena es que media hora después ella estaba ya calmada y volviendo a jugar con sus nuevos juguetes, como si nada. Otra cosa buena, según la psicologa de Martina en el hospital, es bueno que le duela, porque si no le doliera, sería una herida peor, más profunda.

Ayer fuimos por la mañana a La Paz para que en el hospital de día sedaran a Martina, dejándola completamente dormida, para quitarle las grapas y limpiarle las quemaduras. Parece que por fin hemos conseguido una cierta continuidad con una doctora, aunque aún no canto victoria. Esta mujer, que además tiene muchos años de experiencia, nos da bastante confianza y nos gusta cómo nos habla. Fue ella la que accedió a sedar a Martina para quitarle las grapas, y tiene un trato muy accesible; en definitiva, no da la sensación de que se va a ir corriendo en cuanto estás dos segundos pensando en la siguiente pregunta.

Ella nos dijo que finalmente deciden injertar a Martina en otra herida más. Es una noticia regular. Implica que la quemadura era muy profunda y que su piel no ha conseguido regenerarse por sí sola, que posiblemente haya cicatrices feas, pero que no se puede predecir.

Con todo esto, yo sé que tengo que estar agradecida de la suerte que hemos tenido. De que no se le quemara la cara, ni los ojos, ni su vida esté en peligro. De que todos sus deditos estén sanos. De estar en uno de los mejores hospitales para quemados de España. De tener buenos médicos. De que mi hija haga de esto pronto un capítulo de su pasado y siga adelante. 

La psicóloga del hospital se reunió ayer con nosotros cuando llegamos al hospital de día, y nos volvió a ver después. También estará mañana, cuando ingresemos. Es un apoyo grande para Martina, le habla con mucha claridad y le explica todo con franqueza y sinceridad. Con Jose y conmigo utiliza un tono al que hay que acostumbrarse; parece que nos regaña todo el tiempo, hasta para decir que la miremos a los ojos mientras me sueno los mocos y me limpio las lágrimas, porque según ella en su mirada sólo encontraremos ternura. Da consejos del tipo "tienes que estar bien". Sí, lo sé.

Mañana Martina entra en quirófano a las 8.30, y estará al menos dos días en planta. Hemos preguntado sobre la vuelta al cole, y habrá que esperar al menos 10 días, por el riesgo de infección que implica el injerto. Y después, ir viendo.

Saludos a todos,
Eva.