Es extraño, siempre nos ha pasado, se nos había olvidado y volvimos a darnos cuenta de lo que habíamos ganado al no tener que ir cada semana o cada més. Cuando paramos a pensar nos dimos cuenta de que llevábamos 6 meses sin visitarla.
Así que, a lo Michael Jackson, a Guzmán le pusieron propofol de anestesia general, punción para arriba y para abajo y costó despertar. Este pretendía ya empalmar la noche.
3 horas después de entrar salíamos por la puerta. Y a pesar del agotamiento de que parecía que habíamos estado 3 noches sin dormir en lugar de 3 horas ahí... ¡que sensación salir por la puerta!
Parece que fue ayer cuando íbamos todas las semanas.
Y el martes, después de tan poco tiempo y de tanto a la vez dijimos por fin adiós uci, adiós.
Lo grande llegó ayer cuando recibí este gran mensaje por teléfono. Que palabras tan escuetas, cuanto significado en ellas. Cuantas emociones dentro. Cuanto vivido. Cuanto crecido. Cuanto perdido. Y cuanto ganado.
Gracias a todos los que habéis estado ahí, esto sin vosotros, estoy convencido que no se habría conseguido. Gracias por los viernes de Encarna, gracias por vuestros rezos, vuestras lágrimas, vuestra ilusión, vuestros comentarios, vuestras visualizaciones de rizos rubios corriendo y vuestra energía positiva.
Hoy me acuerdo mucho de los que no lo han conseguido. Han estado y siguen estando muy presentes en nuestra vida. Muy especialmente de Huguito. Tu sonrisa nos acompañará toda la vida.
Estoy completamente seguro que viviremos el día que la investigación consiga que ningún niño se quede por este tortuoso camino.