A los 3 años, a mi hijo Guzmán le fue diagnosticada una leucemia linfoblástica aguda. Solo le ocurre a 3 niños de cada 100.000, más del 80% sale adelante. En Noviembre del 2012 Guzmán dejó de recibir la última quimio. Este blog fué un motor de ilusión, esperanza y fe con el que todos los que le rodeamos proyectamos y visualizamos el final de este camino en positivo. Hay una energía positiva que movemos entre todos. Solo hay que creer en ella.
lunes, 22 de noviembre de 2010
¿me aas un eesito mamá?
Es curioso cómo podemos llegar a convertir una bata y una mascarilla verdes y frias, en algo totalmente invisible. A nosotros nos ha costado más de una semana, a Guzmán no le costó ni un segundo, desde el primer momento, vernos con ellas le resultó lo más normal del mundo... Cuánto nos queda por aprender de tí Guzmán.
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Yo no soy muy creyente, pero creo que eso dá igual para mandaros todo mi apoyo, mi energia positiva y mi cariño. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarClaro que da igual, todo es lo mismo, amor, energía positiva, fe... gracias por tu pedacito
ResponderEliminarHola, Jose. Me emociona leer tus palabras y tus pensamientos plasmados en este blog. Sólo con escribirlo ya muestras valentía y generosidad por compartirlo con todos nosotros. Que ese manto azul que comentabas os cubra siempre a los cuatro. Rezaré por ello. Y mucho ánimo y fuerza para Guzmán, para vencer su enfermedad. Y también para los que le acompañáis a diario, para apoyarle y ayudarle en esa lucha. Nosotros nos quedamos a un lado, disponibles para prestaros la ayuda que podamos y que necesitéis en cada momento.
ResponderEliminarUn beso grande.
Celia (y familia).
estaís haciendo mucho más de lo que pensáis, gracias Celia, y gracias a todos a los que os gustaría hacer más pero no sabéis qué ni cómo... vuestras palabras llegan, vuestro apoyo llega, vuestra amistad llega, vuestro ánimo llega, vuestro amor llega... y cuando llega tanto, ayuda, y mucho
ResponderEliminarbesos
Que foto más dulce. Estoy de auerdo contigo, Jose, tenemos mucho que aprender de los niños. Mateo e Isabel estaban encantados de llevar las batas y las mascarillas el otro día y todo lo que nos decían de vuelta a casa es que de mayor iban a ser médicos para ayudar a curar a Guzmán. Que fácil y qué dificil a la vez!. Una enfermedad hay que aceptarla, pero no con resignación sino con fuerza y con optimismo, como lo estáis haciendo vosotros. Todo un ejemplo de actitud, me quedo sin palabras...Seguiremos estando ahí proyectando algo de nuestra luz interior en todos vosotros.
ResponderEliminarNos vemos otro día.
Muchas agracias a ti por compartir tu blog.
Más besos
hola susana, gracias por tu msg, desde luego el dr. Mateo desde el 1er segundo ya lo dijo cuando entró en la habitación lo que quería ser de mayor. lo tiene clarísimo. besos a los 4, gracias por vuestra luz
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