Esta mañana, yendo al trabajo en tren, trataba de entender lo que me estaba pasando con la vuelta a casa. Lo que nos estaba pasando. Porque tenía la sensación de que todo el mundo se alegraba tanto y tú supuestamente tenías que estar más animado. Por qué lo de volver a casa no estaba siendo tan …, tan…. guay como uno esperaba sin aparentemente esperarse nada cuando estábamos en el hospital...
Y entre otras muchas cosas, creo que el lenguaje, las palabras, nos han creado, sin quererlo, un over-promise: “Volver a casa.”
Ese es el error. Después de más de un mes en el hospital cuando te avisan de que en una semana vas a volver a casa, y te lo repiten día a día, no te das cuenta de que a pesar de que sabes que será comenzar una nueva etapa, te empieza a hacer cierta ilusión eso de volver a casa.
Y la verdad, no hemos vuelto a casa. Hemos llegado por primera vez para empezar una nueva etapa, que nunca antes habíamos vivido, con un nuevo huésped al que no habíamos invitado: el cáncer de Guzmán.
Y claro, ahí es cuando lo entiendes, tienes un huésped al que, primero, no has invitado y, segundo, no es bienvenido. Y te lo encuentras en la cocina, cuando quieres desayunar, ocupa el baño antes que tú o te lo encuentras cuando estás en el sofá viendo la tele… y no te mola nada que esté por casa. Pero está y va a estar los próximos años…
Estar en el hospital era cansado, muy cansado, pero tenía una gran ventaja: sólo eras capaz de pensar de 24 en 24 horas. Por un lado no podías asimilar toda la enfermedad que tiene tu hijo; por otro lado tenías un objetivo, una misión: que Guzmán estuviera el 100% de su tiempo divirtiéndose. Guzmán tenía visitas con diversión garantizada, circuitos de trenes, osos con dolor de tripa por comer chocolate… tenía un ejercito de enfermeras y enfermeros encantadores sonriéndole y llamando su atención cada dos por tres…
Estar en casa, empezar en casa, es dejar de pensar de esa manera, es adaptarte a una nueva rutina, es adaptarnos los 4 a un nuevo ritmo, es tener la obligación de asumir la enfermedad de tu hijo, de asumir cosas para las que antes no estabas preparado, de asumir que tienes un huésped nuevo.
Y dentro de ti encuentras una respuesta que sabes, que entiendes que es la correcta: ser hospitalario. Ser hospitalario con ese huésped, enfrentarte a ti mismo, para que todo eso que te molesta de él, se convierta en sentirte a gusto contigo mismo, para que así se puedan sentir los demás y fundamentalmente Guzmán.
Al rato de llegar al trabajo, la cabeza seguía procesando, pero la reflexión ya me hacía sentir mejor. Me ha llamado Eva para contarme que Guzmán ya estaba adaptado, ya estaba feliz, ya estaba pintando las paredes de risas y haciendo que cualquier que pasara se manchara con la pintura. De nuevo ha vuelto nuestro guía.
Había un buen dicho que decía: "Los huéspedes, como la pesca, a los tres días apestan". Esa es la ventaja que tiene tener huéspedes, que se acaban yendo.
ResponderEliminarNos alegramos mucho de que estéis en casa.
Un beso fuerte.
Jose, cada día parece tocar una lección, y os quedan (nos quedan) muchas por aprender. Mucho ánimo y muchas fuerzas, que nos hacen falta. Pero vais por el buen camino, vamos todos por el buen camino que construís con cada paso.
ResponderEliminarUn abrazo gigante, ¡y vete pensando en pedir un préstamo para dar de comer a Guzmán, ese incansable tragaldabas!
E&P
Intentad disfrutar del momento. Suena muy perriflauta, pero ayuda a disfrutar de las cosas y a no diluirlas con lo que haya pasado antes o vaya a pasar después... En fin, qué os voy a contar yo a estas alturas. Los Benditos nos alegramos mucho.
ResponderEliminarMucho ánimo!!
ResponderEliminarNosotros pensamos que con ese huésped también entraron muchisímos más en esa casa...nosotros así lo consideramos yestaremos atentos para que ese intruso no se robe las galletas. Harry&Lucía.
ResponderEliminarQue alegría que ya esteis en casa... Ahora toca disfrutar de la navidad, las luces, los reyes magos que dentro de poco vienen...
ResponderEliminarPor cierto ¿Han escrito ya la carta a los Reyes? Los papis seguro que si.
Sigo mandando muchos ánimos.
P.D. Me alegra mucho saber que ya no teneis la mascarilla, eso es muy bueno :-)
Cada cambio, cada etapa supone un descoloque, porque nunca volvemos, sino que avanzamos. Estábais entre cuatro paredes y ahora estáis en casa, en otra realidad, asimilando nuevas cosas, de nuevo. Pero tenéis una capacidad impresionante. Salir del hospital es un cambio muy grande. Cuidaros mucho.
ResponderEliminarbesos
¡ANIMO!
ResponderEliminarUn abrazo y que paséis unas fiestas estupendas en casa.
ResponderEliminarNosotros seguimos todos aquí, los Viernes y los Lunes y los Martes... toda la semana, todas las 24 horas y lo que queda hasta que el huésped se marche, mucho ánimo y muchas sonrisas en esta etapa.
ResponderEliminarQué rápido le pilláis el punto a las situaciones, esa reflexión de aceptar al huesped os va a ahorrar la hostia de caras largas y nudos en el estómago. Avanzando. Qué suerte que Guzmán sea así, que seáis así. Besote. Esta noche conectamos. Abrazo
ResponderEliminarLeo este posting desde una de las salas de espera de La Paz. De vuelta con Pilu para chequeos y mas pruebas. Conozco bien este tipo de huesped. El que se colo en nuestra casa es menos virulento, pero muy, muy pesado. Lleva ya mas de una decada con nosotros, por mas que le invitamos a largarse. Pero nada, salvo algunas vacaciones que se toma de higos a brevas, tiene pinta de estar con nosotros para rato.
ResponderEliminarPero la vida sigue, con huesped o sin el. Puedes dejar que te la amargue o puedes decidir pasar de el y buscar la felicidad en los buenos momentos. Me alegro mucho de que la esteis encontrando en la sonrisa de Guzman
que bestialidad de reflexión, sos muy grande Jose.
ResponderEliminarguzmán te guía y de paso, vos nos guías a nosotros.
un beso fuerte
Hola, no nos conocemos, estaba leyendo esta reflexión llena de sentimientos, solo quería enviarte todo mi apoyo, no puedo darte ni consejos ni decirte que hacer, ya que algo así hay que vivirlo, pero se ve lo unidos que estáis, lo que transmitís, ánimo y fuerza, un saludo.
ResponderEliminarGracias Ferna por tus palabras, gracias por tu apoyo desde la experiencia. Todos deseamos que el huesped de Pilu, al menos, acabe siendo un poco más educado y pueda pasar más desapercibido. Y sí, la vida sigue y son los pequeños detalles los que nos acaban anclando en disfrutar del aquí y el ahora sin que ningún huesped nos pueda perturbar la paz.
ResponderEliminarbesos y gracias hermano.
gracias alberto y ceci, pepe y encarna, iñaki y gema, albertina, harry&lucia&family, Mariona, Maite&co, Pili, Marta, Maria, Juanitoymañix, tute... por el calor de vuestras palabras... me siento muy agradecido
ResponderEliminarHola Jose,
ResponderEliminarprobablemente no me pongas cara, aunque si nos conocemos; soy Javier(Sunnyday).
Desde aqui, te mandamos todo el apoyo y el cariño para hacer frente a esta "visita inesperada", de la que desgraciadamente somos conocedores en primera persona...
Cuando nos enteramos de lo de Guzmán, mi primera reacción fué pensar"mierda, mierda, mierda...".
Luego me acordé de cuanto había leido sobre el tema, porque, aunque duro, conociendo la enfermedad, sabes a que te enfrentas...
A día de hoy, conozco fármacos que hace un par de años, ni siquiera sabía que existian!
Lo complicado de todo esto(siempre lo hablo con Lorena, a la que tb conoces)es la falta de noticias, el desconocimiento, la incertidumbre...
Pero ya lo verás, esto SI se supera.
Mi padre (aunque los casos son diferentes, la enfermedad si es la misma)lleva enfermo 16 meses y aún me cuesta cada vez que vamos a consulta, no comerme los pellejos de las manos ni subirme por las paredes mientras nos llaman para entrar.
Eso si, ahora, despues de estos meses, mi vida ha cambiado.
Mi prioridad es él y como supongo que en vuestro caso, vuestra prioridad es Gúzman...que pequeño e insignificante son las cosas que antes, por lo menos para mi, eran prioritairas, verdad?
Mi padre va; quizás no tan bien como debiera, pero vá, que no es poco.
Deseo que dentro de pocos meses, pueda leer en este blog, tan buenas noticias que incluso hayas abierto otro de "Despedida al invitado!".
Bueno, no me enrollo, me comentó Chusa este blog y no quería dejar de leerlo...
Solo puedo, desde aquí, decirte que tienes nuestro apoyo y que sé que Guzman conseguirá, con vuestra ayuda, luchar contra el intruso que un día apareció en vuestras vidas sin tan siquiera esperarlo...
Por cierto, cuando quieras un café para charlar o cualquier otra cosa, estaremos aquí.
Un abrazo, de verdad, muy muy fuerte!!
Javier&Sunnyday
Hola Javier. Gracias por tus deseos,estoy convencido que se cumplirán, gracias por tu apoyo y el de Lorena y por tus ánimos
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.