Estaría bien que al comenzar estos procesos, a los padres o personas a cargo, nos dieran un manual de instrucciones.
Ya nos han dado el protocolo a seguir durante los dos próximos años, que serían quizás los epígrafes "Puesta en Marcha, Funcionamiento y Uso". También sabemos sobre el "Servicio Técnico" y dónde acudir cuando haya algún problema... Pero me refiero a esas partes de un manual de instrucciones de una lavadora tan prácticos que contienen qué hacer ante determinadas situaciones, o una sección tan habitual como "Preguntas Frecuentes" y cómo responderlas.
Si ese manual hubiera existido, igual ayer no nos habríamos quedado bloqueados cuando Guzmán nos preguntó: "¿A que no estoy malito mamá?"
Un: "si pero te vas a poner bueno pronto", quizás implique que él, que no se cree enfermo, de repente piense que lo está y eso le haga sentirse inseguro, con miedo y quizás ese sentimiento no le haga ningún bien.
Un: "no, por supuesto que no", es lo que me gustaría decirle, porque soy de esas personas que creen que las palabras positivas generan, a él y en este caso a mi también, pensamientos positivos y estos sin duda, energía positiva para curarle cada día un poquito más... Pero cómo le explicamos que tenemos que seguir yendo todas las semanas al hospital, que le claven una aguja en el pecho cada martes o que nos hospitalicen una semana sí otra no… Acabará pensando que le he mentido… ufff que lío…
Un: "no claro que no, y vamos al hospital a ver al doctor para que no te vuelvas a poner malito", fue lo único sensato y positivo que me salió.
Quizás si ese manual hubiera existido, y esa pregunta hubiera estado ahí, la respuesta hubiese sido:
"¡Y un pimiento, Guzmán, tú no estás malito!", con esa dosis de humor necesaria que, sin duda, le hubiera hecho reír. Lo cual, por un lado, es curativo y, por otro, nos ayuda a llevar todo esto de una forma bastante más liviana.
Hoy nos vemos a las 22:30. Todos juntos. Todos con Guzmán. Gracias.
Pero este niño es un sol!! Quiere pimientos!! Madre mía, ojiplática me quedo!!
ResponderEliminarBesotes
hola josé
ResponderEliminaruna seguidora de vuestro precioso blog nos ha pedido si podemos enviar a guzmán el libro de LANALARANA, "el libro sin dueño"
si nos puedes hacer llegar un mail, un tfno o una dirección
gracias y lo mejor para guzmán!
Hola Adriana, por supuesto, te dejo mi email:
ResponderEliminarjose.carnero@gmail.com
Gracias por asomarte por aquí, me encanta la iniciativa del libro.
Qué dificil nos lo ponen a veces los niños... y buscas los manuales y te vuelven loc@... unos dice A, y otros dicen Z... supongo que el humor es lo mejor y estoy segura de que lo hacéis muy bien.
ResponderEliminarCariños inmensos ... y pimientos de colores.
PS: son las 22:11
Habrá que comprar pimiento rojo!
ResponderEliminarAunque nunca haya escrito por aquí os sigo desde hace algún tiempo. Personas como Guzmán hacen que el mundo sea cada día mejor.
Un abrazo!
Estar malito es estar triste, de mal humor, sin ganas de jugar, sin sonreir, sin disfrutar de los trenes o los pimientos (¡qué blog tan gastronómico!). Guzmán tiene un bicho muy malo dentro que quiere ponerlo malito, pero él delante, y un ejército de amigos y médicos detrás, estamos ganando la batalla al bicho. Lo que creísteis que era una pregunta se trataba de una afirmación: el profesor Guzmán os hacía saber que ni está malito ni piensa estarlo, así que tomad nota.
ResponderEliminarE&P
Hola Jose, déjate de manuales, a cuadros nos quedamos mi mujer y yo, cuando nos dieron un librito donde "explicaba" la enfermedad, su proceso y pautas a seguir, al final el día a día, que vosotros lo estais viviendo, es el que te enseña cuando correr y cuando tomarlo con más calma, que poco a poco las alarmas se van distanciando. Guzmán está para comerselo con pimientos, anoche nos acordamos de vosotros, un abrazo.
ResponderEliminarSi hubiera un manual de instrucciones para casos como éste, lo firmaríais vosotros, de hecho creo que este blog es en cierto modo un libro de instrucciones... no creo que nadie lo hiciera mejor... tú lo has dicho, a grandes interrogantes respuestas sencillas, amor y risas, muchas risas.
ResponderEliminarBesosbesosbesos
A comprar pimientos rojos papá! Jajajajaj
ResponderEliminarQue crack!
Ainss me puedo comer un trocito de vuestro niño??? es que es riquisimooooo, pa comerlo!!!
ResponderEliminarHola! Bonita entrada, como todas las del blog...
ResponderEliminarVenía a decir que ayer me sumé a la rueda de energía para Guzmán durante un rato. Era la primera vez que trataba de concentrarme en algo así. Fué curioso y bonito.
Lo que quería decir es que al principio, para visualizar a Guzmán rodeado de azul, lo imaginé jugando en el mar, y luego me vino la imágen de un Guzmán más mayor, casi adolescente, leyendo este blog para ser consciente de su historia, en una habitación de color azul...
Así que aprovecho para enviar un saludo especial (con confeti de colores) para este Guzmán adolescente que algun día leerá y comprenderá este bonito manual de instrucciones que sus papis van construyendo sobre la marcha.
Un abrazo, muchos ánimos!!!
Anoche me uní a la rueda como cada viernes hace poco más de un mes. Estaba en un avión de Madrid a Lisboa. No sé si fue la despresuización o que cada día somos más: Lo que yo sentí anoche era enorme
ResponderEliminar(como las ganas que tenemos hoy todos de comer pimientos rojos).
Gracias por este manual de instrucciones para la vida que nos regalas. No me canso de compartirlo!
Gracias a todos los que os unisteis el viernes con nosotros. Gracias. este fin de semana Guzmán ha estado explendido de energía.
ResponderEliminarGracias Antonio por acordaros de nosotros ayer. un fuerte abrazo para tu familia.
Gracias lalit por tu confeti de colores en la habitación azul. ha quedado fenomenal.
Gracias Maria por convertirte en un punto de luz a miles de kilometros de distancia de la tierra y por recordarnos la lista de la compra, y a Yandros también.
Gracias Ipe, pepe&encarna, aurora, albertina, vero, alba por estar ahí y compartir vuestros pensamientos con los nuestros.
Besos a todos